Judiciales y Policiales
Pedofilia en el seno familiar

Condenaron a la directora del Ballet Salta, Marina Tondini de Jiménez, junto a su marido, por abusar de su nieto

El fallo expuso un caso de abuso intrafamiliar que sacudió a una de las instituciones culturales más reconocidas de la provincia.
Comunicado del boletín de oficial.

La Justicia de Salta dictó una condena que sacudió a la provincia y al mundo cultural: Marina Jiménez, fundadora y directora del prestigioso Ballet Salta junto a su marido, fue sentenciada a 10 años de prisión por haber abusado sexualmente de su propio nieto cuando tenía apenas 10 años. El fallo llegó tras un proceso judicial extenso y doloroso, marcado por el peso de una denuncia que tardó años en poder ser escuchada y juzgada.

Mientras la sentencia expone una responsabilidad penal grave, desde la institución cultural que Jiménez dirige se difundió un comunicado que rechaza el fallo, subraya que la condena “no está firme” y remarca que la mujer no irá a prisión por el momento. El contraste entre la gravedad del delito y la respuesta institucional profundizó la conmoción social.

La confirmación de la condena llegó de boca de Aníbal Jiménez, hijo de la acusada y padre de la víctima, quien fue denunciante en la causa. Tras conocerse el fallo, expresó su conformidad con la decisión judicial y fue categórico: “Se hizo justicia”. Aunque la pena fue fijada en 10 años de prisión, aún resta definir si su cumplimiento será efectivo o bajo la modalidad de arresto domiciliario.

La causa se inició a partir de la denuncia del nieto de Jiménez, hoy adulto, quien relató haber sido abusado durante su infancia. Su testimonio permitió reconstruir hechos ocurridos en un ámbito íntimo y familiar, y abrió paso a pericias, audiencias y declaraciones que, con el paso del tiempo, llevaron a los jueces a una conclusión contundente.

Aníbal Jiménez acompañó a su hijo desde el primer momento y relató el impacto de aquella confesión. “De la forma en que lloraba, yo le creí”, sostuvo. Tras escuchar a su hijo, enfrentó a su madre con una frase que selló la ruptura definitiva del vínculo: “Yo ya sé todo”.

Luego del fallo, Ballet Salta emitió un comunicado institucional en el que insistió en que la sentencia no se encuentra firme y que se encuentran en trámite los recursos legales previstos. En ese marco, informó que Marina Jiménez continúa eximida de prisión y a disposición de la Justicia, cumpliendo las obligaciones procesales correspondientes.

La entidad también apeló a su extensa trayectoria artística para reafirmar su continuidad, destacando más de cincuenta y cinco años de labor cultural y formativa, y aseguró que seguirá desarrollando sus actividades adaptándose al contexto actual y priorizando el funcionamiento de la institución.

El caso provocó una profunda conmoción en Salta y en el ambiente artístico, no solo por la gravedad de los hechos juzgados, sino porque involucra a una de las instituciones culturales más emblemáticas de la provincia. Ballet Salta, fundado en 1970, construyó durante décadas un fuerte reconocimiento nacional, participó en los principales festivales folklóricos del país y se presentó en escenarios destacados y programas televisivos.

Marina Jiménez, formada en la Escuela Nacional de Danzas y licenciada en Folklore, fue homenajeada oficialmente por organismos culturales y encabezó giras internacionales con su compañía. Hoy, esa trayectoria queda inevitablemente atravesada por una condena judicial que expone un abuso ocurrido en el ámbito más íntimo y vulnerable: el familiar.

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