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VIDEO | La Caldera: ¿Calabró que sí o Calabró que no?

Héctor Miguel Calabró, personaje vive de la plata de los contribuyentes desde hace unos cuantos años.

Senador (o cenador, que es más o menos lo mismo) por el departamento de La Caldera, Héctor Miguel Calabró fue electo intendente por dicho municipio allá por el 1999. No mucho para agregar, el personaje vive de la tuya, la mía y la del vecino, ya hace unos cuantos años. Quizás sea hora de retomar la profesión

Así, el veterinario pudo reelegir en 2003 y posteriormente en 2007. En su primera reelección apoyó a Juan Carlos Romero, y en la segunda a Walter Wayar. Eran épocas de bailongo y todos cantaban al unísono “Vuela, Vuela”.

Finalizado su tercer mandato, y cansado de manejar todos los días hasta capital, Calabró ingresó a la Cámara de Diputados de la provincia de Salta, que para ese entonces ya no era honorable desde hacía varios años.

Desde allí, y tras ser acercado a los muchachos del Grand Bourg a disputar algún picadito de fobal, el lungo caldereño se hizo cargo de la Secretaría de Relaciones Institucionales del Ministerio de Gobierno de la Provincia de Salta. Eran los gloriosos años del 2015 y 2017, para luego ascender a la Secretaría de Asuntos Municipales, cargo que ocupó hasta el final del mandato de Urtubey, en 2019.

Separado, pero no tonto, Héctor Miguel rosqueó para que sea su ex esposa, Liliana Maurín, quién perdió contra Diego Sumbay. Pero al menos se intentó y el hombre, a pesar de ya estar noviando con una periodista que trabajaba en Relaciones Institucionales con él, intentó darle una mano su primer amor. La familia, siempre primero.

Ya en 2020, Héctor Miguel Calabró se acomodó en el Gobierno nacional durante la gestión Alberto Fernández, al frente del Centro de Referencia Salta del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.

Renunció a este cargo a principios de 2021 para postularse como Senador Provincial por La Caldera, logrando el objetivo. En funciones como tal, y dos años luego, Calabró intentó recuperar su primer amor, la intendencia de La Caldera, pero perdió, al igual que su esposa, contra Diego Sumbay.

Hoy Héctor Miguel Calabró se encuentra en un gran dilema. La posibilidad de quedar fuera de la política debido al descreimiento de los votantes de La Caldera, lo dejan más cerca de su consultorio que de continuar viviendo de la política.

Tras 26 años de beneficiarse del erario público y disponer de los fondos de todos los caldereños, vaquereños y, claro está, los salteños, el hombre tal vez haya llegado al momento de poder disfrutar de los nietos, o los perritos, o lo que quiera, pero ya sería hora de que encuentre un trabajo honesto. Solo en Salta.

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