Antes se oponían a Uber, ahora quieren regular

Sindicatos de taxis y remises se vieron sorprendidos con el volantazo que pegó el intendente capitalino, Emiliano Durand, el sábado, cuando tiró sobre la mesa de discusión la voluntad del municipio de permitir que las aplicaciones de transporte operen en la capital salteña.
Lo moderno avanza a paso firme, las regulaciones pasaron de moda. La gente viaja, observa y compara, hacerle el caldo gordo a los sindicatos ya pasó de moda. Y Durand si hay algo que no es, es ser lento.
"Tenemos muchos desafíos por delante, sobre todo Uber y DiDi"
— CNN Salta (@RadioCNN_Salta) February 28, 2025
Darío Madile, presidente del Concejo Deliberante de la Municipalidad de Salta en #LaMañanaDeCNNSalta
Lo anecdótico pasa por los principales aplaudidores de los anuncios vertidos el sábado pasado. En la tribuna esta los principales gerenciadores de cuanto gremio del transporte de pasajeros de baja escala hay currando en la la capital salteńa y su área metropolitana.
La gran mayoría trabajó en la campaña que llevó a Durand a la intendencia de Salta y saben que, de no mediar ningún inconveniente, Emiliano será en algún momento gobernador. O al menos estará muy cerca de serlo.
Los sindicalistas, para no perder la costumbre, se refugiaron en algunas ideas descabelladas del calibre de: “estamos a favor de regular las aplicaciones”, sin terminar de comprender que el hecho mismo de que una aplicación que viene desde la nación más desregulada del mundo, difícilmente se siente a prestarle atención a dos o tres beneficiarios de tenencia de licencias de taxis.
Por otro lado, hay que hacerle el caldo gordo al patrón. Marcelo Ferraris, el hombre a cargo de la AMT (Autoridad Metropolitana de Transporte de Salta), tiene sus jugadores en el circo, y claro, algún fichín hay que jugarle a la posibilidad de meter algún impuesto que nos permita seguir recaudando. Por que no hay peor gestión que la que no se realiza.
Dada la jurisprudencia, la batalla se perdió hace años, solo que nadie nos había contado.
Las aplicaciones como Uber, Didi y Cabify llegaron para quedarse y el groncho que no se baña hace tres días y conduce a puro humo de fontanares negros ya no va más. La que viene son los millenials copados con barbas hipsters que acaban de comprar café de especialidad y están deconstruidos y vueltos a construir. Señores tacheros, habrá que modernizarse.