Trolls por acá, trolls por allá y el empresario que "dicen que dicen" que quedó en offside
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Gustavo Sáenz ya confirmó que las elecciones provinciales en la provincia de Salta se harán efectivas el 11 de mayo de 2025, por otro lado, las nacionales se esperan para el mes de octubre de este año. Podrían haber ido el mismo día, pero ya sabemos que aquí hacemos lo que nos conviene en función de los vientos políticos.
Para estas elecciones de medio término se preveía una de las campañas más sucias de la historia de la provincia: WhatsApp, Facebook y TikTok sobre todo, se transformaron en el sitio en donde se tira la basura, las acusaciones, y las fake news.
Con los ojos puestos en esto, la justicia salteña investiga de oficio desde mediados de 2024 ciertas publicaciones. Algunas cuentas de Tiktok comenzaron a viralizarse, y no casualmente por informar. La virulencia de los ataques era llamativa.
Para sorpresa de todos, la fiscal de delitos relacionados a la ciberdelincuencia, Sofía Cornejo, llego a los responsables de un par de dichas cuentas que distribuían material agresivo. Al ser imputados, los responsables directos señalaron al diputado nacional Emiliano Estrada, de Unión por la Patria.
Sin embargo, y más allá de ese escándalo, otra cuenta cayó en la volteada, y más sorpresivo aún fue la persona relacionada como responsable por el primer imputado.
Amigo de cafés y asados de varios de los atacados, Federico Mena Saravia está señalado y en grave riesgo de cara a la justicia por delitos graves como atentar contra el orden público.
Bodeguero, pero acostumbrado a recibir jugosas pautas publicitarias, Mena Saravia realizó jugadas que buscaban perjudicar políticamente a personas a las que saludaba con una sonrisa de oreja a oreja, pocos entienden sus razones.
Las acciones de la justicia, de hecho, lo llevaron a una situación tan desesperante que durante esta semana, el troll bodeguero realizó sendos ataques hacia cuanto dirigente oficialista exista.
Aun no se conoce si es por ira, dolor o cola de paja, lo cierto es que próximo a tener que desfilar por ciudad judicial, Mena Saravia encrudeció los ataques con un incontrolable acceso de desesperación que lo hizo hasta publicar en su propio medio (sin firmar) muchas acusaciones en tono de “podría”, “hubiera”, “pareciera”.
Dicen que se le viene la noche y solo le queda quemar naves, a lo demás ya lo quemó por completo y de esos lugares no hay vuelta atrás.