El “travieso” Lamberto, supo ganarse un lugar privilegiado en el manejo institucional del Gobierno provincial por su simpatía, sus bailecitos al mejor estilo del “tío borracho en fiesta familiar” durante las emisiones matutinas en Canal 11, sus ocurrentes móviles en exteriores, por filmarse mientras conducía un taxi y por su carita de hombre honesto (cara nomás por lo visto), pero no supo corresponder a tal puesto y le quedó grande el saco cuando decidió favorecer a sus “amichis” que manejan el monopolio mediático.

Pero si de honestidad se trata, tampoco se esperaba una actitud loable del “empresaurio” Peña quien, históricamente, mediante aprietes y conductas dignas de un mafioso, supo ganarse el lugar de “intocable” por la cantidad de suciedades que sabe de cada personaje de la elite salteña y que estos están dispuestos a pagar por el silencio de uno de los mayores “negreros” que tiene a sus empleados penando por un salario digno.

Según consta en el informe judicial, Lamberto adulteró, modificó y falsificó resoluciones a favor de radio Aries, propiedad de Peña, mientras ejercía el puesto de secretario de Prensa. Sin embargo, hay fuertes hipótesis que “Vitin” no actuó solo en sus fechorías, sino que era secundado, acompañado y ayudado por el actual concejal, Guillermo Kripper, que en ese momento era subsecretario de esa área.

Sin duda, esta dupla, supo hacer estragos, por algo se los conocía, como “Timón y Pumba”, porque eran “cola y calzón”, solo faltaba que compartan mujer y cartón lleno.