Cerrando el año la educación en Salta sigue siendo una deuda pendiente
Sin duda alguna el 2024 será recordado en Salta por las graves falencias en el sistema educativo que atraviesa la provincia. Aunque los problemas en educación son históricos, lo que viene sucediendo en los últimos meses se torna oscuro y peligroso ya que toca de cerca la integridad física y psicológica, atentando seriamente hasta con la vida misma de los estudiantes y el personal docente y no docente que componen las instituciones escolares.
En la jornada del jueves por la tarde la Escuela de Educación Técnica N°3101 “Dr. Joaquín Castellanos”, ubicada en pleno centro de la ciudad, sufrió una fuga de gas en sus instalaciones que dejó como saldo más de 30 estudiantes intoxicados por monóxido de carbono. La situación fue caótica y los adolescentes tuvieron que ser asistidos por personal del SAMEC por los síntomas que presentaban, donde muchos requirieron internación, incluso uno de ellos quedó en estado crítico ya que presentaba un cuadro clínico de asma crónico, lo que complicó el estado de salud.
La ministra de Educación, Cristina Fiore llegó al lugar después de casi dos horas de desatarse el problema. Recorrió las instalaciones de la institución para luego retirarse. En medio de todo esto, los padres, que ya se encontraban en el lugar, intentaron hablar con la funcionaria, pero no obtuvieron respuestas lo que generó que las cosas se pusieran más tensas de lo que ya estaban.
Al mismo tiempo, la empresa encargada de la distribución del gas natural en Salta, Naturgy, elevó un reporte confirmando la presencia de una fuga en la instalación interna del edificio, por lo que se procedió a cortar el suministro de gas como medida de seguridad, lo que terminó derribando la hipótesis de que el problema provenía de una instalación ajena a la institución.
Con este panorama, no se pudo evitar recordar lo que pasó en agosto de este año, cuando en idénticas circunstancias, los niños de la escuela primaria “Domingo Faustino Sarmiento”, también ubicada en el centro de la ciudad, sufrieron el mismo percance, obligando a las autoridades a evacuar de manera inmediata, tanto al personal como a los estudiantes. Para ese entonces, Fiore, entró en contradicciones cuando declaró ante la prensa que el origen podía ser en zonas aledañas o del mismo quiosco que funciona en la institución, dichos que fueron refutados por las pericias de los profesionales a cargo de la investigación. Lo cierto es que, hasta el día de hoy, los chicos de la Sarmiento no pudieron volver al establecimiento y se encuentran desparramados en distintos lugares que ofician de aulas hasta poder encontrar una solución definitiva que asegure la integridad de los mismos.
Por otro lado, tenemos el caso de Valentín Guzmán, un niño de tan solo 11 años, que en mayo del 2024 murió luego de caer a un pozo profundo en la escuela primaria “Nevado de Acay” del municipio de La Poma, situación que dejó al desnudo los graves problemas edilicios de esa institución. Por ese caso, la titular de la cartera de Educación de Salta fue acusada por negligencia y la querella de la familia aseguró que la llevaría a la justicia.
Otro de los casos que causó conmoción fue el de la escuela de Educación Técnica 3110 de la localidad de San José de Metán, cuando durante una tormenta en el mes de octubre, parte de la mampostería se vino abajo, dejando a los estudiantes tomando clases en la vereda, la docencia de ese municipio, viene “implorando” hace años por mejoras edilicias.
La sociedad salteña no está conforme con la gestión de la ministra Fiore por todo lo que aconteció solamente en el último año. Los dichos más tranquilos afirman que la situación se le fue de las manos y se encuentra desbordada con todos los problemas que atraviesa la educación en la provincia. Sin contar que hace oídos sordos a los pedidos de las mesas sectoriales expuestas por las representatividades gremiales. El saco que le dejó Matías Cánepa empieza a pesar aún más al llegar el fin del ciclo escolar.