El Partido Justicialista de la provincia queda a merced de línea nacional: "Todos unidos intervendremos"
En tiempos de vacas gordas todo el séquito político salteño andaba tras las migajas de lo que podía dejar la ex presidenta, senadora y legendaria Cristina Fernández de Kirchner. Una vez que la figura de la señora en cuestión perdió legitimidad, muchos decidieron tomar rumbos distintos, asegurando su continuidad, aunque más no sea para limpiar pasillos y seguir lactando del Estado.
La interna feroz y despiadada por la dirigencia del “honorable” Partido Justicialista terminó con un fallo judicial donde la jueza Maria Servini convalidó la decisión de la Junta Electoral partidaria que había impugnado la lista “Federales, un grito de corazón”, dejando fuera de juego al gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela.
De esta manera, la decisión de la magistrada con competencia electoral, deja en pie solo la lista “Primero la Patria” y la expresidenta tiene el camino allanado para asumir la conducción del partido el próximo 17 de noviembre.
Los que no están contentos con la situación y quedaron más perdidos que “chivo olvidado en la terminal”, fueron los máximos referentes del PJ en Salta, Esteban “Tuti” Amat y Gastón Galindez, entre otros que en los últimos tiempos y muy “cebados”, salieron a ponerse la camiseta del riojano, confiados que el primer mandatario de esa provincia le ganaría la pulseada a la dama de las mil batallas que se aferra a la política con uñas y dientes, pese a su dudoso historial en la militancia del peronismo.
Sin embargo, la contracara de la historia viene de la mano de los eternos lacayos pseudo peronistas, Sergio “Oso” Leavy; el ex candidato a gobernador, Emiliano Estrada y del actual intendente de Tartagal, Franco Hernández Berni, quiénes en pos de perpetuar al kirchernismo en las filas del PJ salteño, salieron a defender a capa y espada los “valores peronistas”, a tal punto que ruegan por la intervención del partido, repartiendo acusaciones de alto tenor donde involucran coimas y devolución de favores. Todo esto desmentido y comprobado como artimaña de campaña en desmedro de Quintela.
Pero no es de extrañarse que estos personajes acudan a estas estrategias bajas, ya que es algo que los viene caracterizando desde tiempos inmemorables. Sino basta con mirar para atrás para darse cuenta del desmanejo en el departamento de San Martín, por parte del “Oso” Leavy cuando estuvo a cargo de la intendencia de Tartagal, la deuda millonaria que dejó al municipio en ruinas y los hechos de corrupción que empañaron su gestión.
Por otro lado, al doble discurso de Emiliano “Palo para bajar higos” Estrada, quien se pavoneaba por todos los medios de comunicación salteños como el paladín de la pobreza, asegurando que si llegaba a la gobernación ajustaba la planta política para entrar en austeridad, algo irónico ya que, en su campaña, apadrinada por el “romerato”, publicitaba su candidatura en los partidos de la Selección Argentina en Santiago del Estero y que pese a todo esto no sacó ni para el “chicle” en los resultados.
En el mismo orden de políticos descarados y erráticos, también se encuentra el yerno del ex juez narco, Franco Hernandez Berni, quien predicaba con “la bragueta abierta” desde su banca como diputado, autopercibiéndose como “oposición”. Pero la torta se dio vuelta cuando ganó la intendencia de Tartagal (magia de política) y pasó a comulgar con el oficialismo.
Dime con quién andas y te diré quién eres, reza el dicho popular y aplica a los personajes mencionados en la redacción, que quedará a criterio del fiel lector y de la memoria “peronista”.