La Provincia
No culpes a la Yoli...

La traición de Yolanda Vega: ausente en la votación contra el veto de Javier Milei a la financiación universitaria

Yolanda Vega se ausentó de la votación crucial que podría haber revertido el veto a la financiación universitaria, alegando problemas de salud mientras desata la ira de quienes esperaban su apoyo en defensa de la educación pública.

La culpa es de ustedes, y nada más que de ustedes. Sí, de muchos de ustedes que hoy se quejan de lo que Yolanda Vega hizo en el Congreso de la Nación para sostener el veto de Javier Milei a la financiación universitaria, pero que también la votaron en octubre del año pasado para que hoy ocupe una banca en la Honorable Cámara de Diputados de la Nación.

Lo de Vega no tiene descripción. Decir que fue vergonzoso es muy sutil. La legisladora estuvo ausente en la votación en contra del veto, a pesar de haber anunciado que iba a estar en contra de las medidas en desmedro de las universidades públicas. Es que no podía ser de otra manera, ella fue una de las que estuvo a favor del financiamiento en el pasado mes de agosto. Ir en contra en esta ocasión sería exponerse mucho al escarnio.

Pero el "ingenio", o la viveza, siempre pueden más y, minutos antes de la votación, Vega acusó problemas de salud y se ausentó de la votación, ayudando de manera (in)directa a que el veto siga en pie, y despertando la furia de muchos sectores que contaban con su inútil apoyo a favor de la educación.

¿Qué le pasó a la ex intendenta cerrillana? Insólito. Manifestó estar descompuesta, adujo ser alérgica y estar sufriendo el cambio climático. Así como lo leen. Según relató en una entrevista, debería estar internada ya que presentó mareos y vómitos debido al frío ocasionado por el uso del aire acondicionado. Entonces, ¿por qué no está en algún centro asistencial?

El relato de la legisladora que terminó haciendo el juego a favor del oficialismo nacional choca con otra versión que sostiene que lo que le hizo mal es el aire acondicionado del avión en el que se transportó. Esto incluso es más creíble ya que la salteña rompió récords de pasajes utilizados para ella y su familia, y que son abonados por cada uno de los ciudadanos que costean sus vacaciones y la de sus poco útiles vástagos.

Horas después de su traición, Vega no demuestra tener ninguno de los síntomas que acusó en su ausencia del recinto, y tiene tiempo hasta de brindar entrevistas radiales. Cualquier hijo de vecino debería estar guardando reposo si es que el cuadro era de internación, como ella misma afirmó; pero, claro, eso no se podrá comprobar porque no hubo registro de la atención médica que pueda haber recibido al momento de la votación.

La misteriosa ausencia de Yolanda es muy cuestionada, a la par de la de Alejandra Torres, una legisladora cordobesa aliada a Schiaretti que, según su bloque, debería haber votado en contra del veto, pero también dio el brazo a torcer a favor del oficialismo. En su caso, dijo tener covid. En fin, sabrá Dios si los presidentes de sus bloques, Miguel Pichetto y Pamela Calletti, toman alguna medida en contra de las legisladoras, o dejan más que claro que se trató de una puesta en escena para darle una mano a Casa Rosada.

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