El escándalo salteño de la semana sin duda alguna, es el de los viajecitos que realizaron los diputados nacionales por Salta a distintos puntos de la Argentina, casi todos con el fin de tomarse un momento de relax a su agitada vida legislativa.
Pero como podría decir el guatemalteco Ricardo Arjona, "el problema no son los viajes, el problema es de dónde salen". Y es que en los últimos tiempos nuestros diputados, nos vendían humo con el sermón y la lógica de la austeridad y el ahorro porque "no hay plata", sin embargo, "haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago".
Mientras los salteños andan secos como "lengua i' loro", sin saber cómo hacer para llegar a fin de mes, la cerrillana Yolanda Vega, la amarilla Emilia Orozco y "el palo pa'bajar higos" de Emiliano Estrada, competían por ver quién hacía más viajecitos "oficiales" con la nuestra.
Por ejemplo, la meritísima ex alcaldesa "Yoli" Vega voló por los aires 202 veces en tan solo ¡8 meses!, con la particularidad, que en marzo, 6 de esos pasajes tenían como destino la ciudad que posee una de las 7 maravillas del mundo natural, la Cataratas del Iguazú, y que dicho sea de paso, el tercer mes del año es el ideal para visitarlas.
En segundo lugar, y sin ánimos de quedarse atrás, el "largirucho" Estrada realizó 198 vuelos y, completando el podio de los tristemente célebres gastadores compulsivos, está la acérrima defensora de la chaqueta amarilla y de la frase "y si probamos laburando", Emilia Orozco, quien registró 185 lugarcitos en primera clase, hacia destinos varios entre los que destacan la ciudad de Bariloche, y La Rioja, cuna de fincas y sembradíos de aceitunas de su mentor, Alfredo Olmedo.
La lista continúa, pero solo vamos a abrumar al lector con los viajantes más "golosos". Cabe destacar que cada diputado nacional accede a un total de 8 pasajes nominados por mes, lo que significa que nuestros "cebados" representantes sacaron casi el triple de diferencia en menos de un año.
Dicen por ahí, que la "pica" salteña viene porque, en los pasillos de las cámaras provinciales, no tienen el mismo privilegio y estarían pensando en destapar una olla que promete salpicar aún más a los cascoteados representantes del Congreso Nacional. A las pruebas nos remitimos, diría doña Rosa mientras chismea en la verdulería de la esquina. Hasta el momento, ninguno de los involucrados salió a dar explicaciones.
Ahora, llama la atención lo de Vega que, hasta la fecha, no debe sumar más de media hora hablando en el Congreso de la Nación, a pesar de haber asumido hace ya nueve meses. ¿Para qué precisa la cerrillana tantos pasajes? ¿Qué business tiene el fiambrero Valentín, uno de sus hijos mayores, que suele volar seguido en Aerolíneas?
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