Pero para seguir hablando del tema es necesario poner en contexto la “buena nueva” del Instituto Provincial de la Vivienda. Resulta que esta semana, el organismo resolvió poner la obscena cifra de casi 27 millones de pesos como entrada mínima para estar en el denominado “ahorro previo” que cada beneficiario, que se adjudicará mediante un sorteo, deberá contar. Indudablemente esta disposición es un feroz atentado contra los flacos y famélicos salarios de cualquier hijo de vecino que cuente con un laburito en blanco. Imposible que pueda soportar tremendo cimbronazo.

Como era de esperarse y con justa razón, los salteños salieron a pegar el grito en el cielo preguntándose cómo podrían generar unos pesitos más a los ahorritos de toda la vida para poder llegar a juntar los palitos que le faltarán en caso que la bienaventurada providencia, los premie en el dudoso sorteo.

Es que, teniendo en cuenta salarios de la administración pública, por ejemplo, resulta difícil que un docente, un policía, un enfermero, o un administrativo logren ahorrar mucho teniendo ingresos que no llegan a superar una Canasta Básica Total en muchos casos.

En el caso de los privados, como empleados de comercio, camioneros o bancarios, la situación podría ser más llevadera; aunque imposible ahorrar semejante cifra; ni siquiera separando un millón por mes.

Así, este nuevo plan para “favorecer” a los carecidos habitacionales, se convierte en un nuevo “Lomas de Medeiros”, aquel complejo habitacional construido en zona del Grand Bourg, realizado con fondos del IPV hace ya una década. En aquella ocasión, Sodero Calvet, Benavidez, Dip, Pejinakis, Espeche, Gallo, Godoy, Llaya, Mastandrea, Kripper, Gerala Atta, Patrón Costas, Isasmendi, Rodríguez Pipino, Loutayf, Robbio Saravia, Saravia Toledo, Puló, San Millán de los Ríos, Villazón, Nayar, Di Bez, Escudero Chagra, Samson, Yarade o Massafra, fueron algunos de los apellidos "coquetos" que estaban en el listado inicial de adjudicatarios del complejo habitacional, hasta que se desató el escándalo que terminaría con la salida de Fernando Alessanco como titular del IPV, y nos traería como interventor al conocido "Eterno Perdedor", nuestro estimado Matías Posadas.

La mayoría de ellos fuertemente relacionados a funcionarios provinciales desde la época de Juan Carlos Romero.

Cuentan las historias que las santerías de la ciudad quedaron sin santos, vírgenes y velas, en pos del “milagrito”.

Otros dicen que salieron a buscar en los viveros más cercanos, plantas de ruda macho y romero para sahumarse y así atraer la “buena suerte”, en una de esas se encuentran un bolso lleno de platita que algún político haya tirado por error a la basura.

Ojalá los mal pensados tengan un poco de su merecido y que los futuros adjudicatarios beneficiados con el “Ahorro Previo” no pasen lo mismo que los desadjudicados del 2013.