El oficialismo provincial no tuvo ningún inconveniente en aprobar esta semana la adhesión al título VII de la ley nacional 27.742 referente al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) en la Cámara de Diputados de la provincia. Al contar con la mayor parte de legisladores pertenecientes al mismo espacio, y con el apoyo de otras fuerzas incluidos los referenciados con La Libertad Avanza.
Hubo pocas voces en contra del proyecto. Como era de esperarse, los kirchneristas locales fueron por la negativa a pesar de saber que iba a ser en vano luchar por persuadir a sus compañeros de votar de forma diferente. Pero lo más curioso de la jornada del martes por la tarde fue lo ocurrido con la única diputada y actual presidenta de la Unión Cívica Radical, quien decidió abstenerse a la hora de emitir su voto, marcando una clara postura de tibieza a al momento de marcar postura.
Acá vamos a hacer una salvedad porque sí, hay otros dos legisladores que se identifican con los símbolos del partido centenario y dicen seguir las doctrinas correligionarias al pie de la letra, pero responden a un radical peronista como lo es su jefe político, Mario Mimessi, reconvertido en funcionario provincial. Dos que no suman a nadie.
Volviendo a Soledad Farfán, puesta por Nanni como presidenta del Comité Provincial de la UCR, sorprendió que entre los argumentos que brindó respecto a este proyecto haya remarcado las palabras emitidas por el presidente del partido a nivel nacional, Martín Lousteau, sin tener mayores miramientos puertas para adentro de las fronteras provinciales. De hecho, lo único que agregó al respecto fue el manto de dudas sobre la "extrema generosidad" del RIGI con las empresas extranjeras, la magnitud de exenciones impositivas que dejan en desventaja a los emprendimientos locales, y una supuesta pérdida de soberanía de las provincias respecto a sus recursos naturales.
Aun así, pudiendo haber votado en contra de la misma, la legisladora decidió ser obsecuente a decisiones políticas tomadas por otras personas a quienes debe su puesto como el propio Nanni, y decidió abstenerse al momento de levantar la mano por la negativa. En pocas palabras, sabe que está mal, pero no se opone. Si bien su voto no cambiaba el rumbo de la discusión, sí podría haber jugado en mayor concordancia con sus palabras previas.
El montaje cayó mal en el pueblo correligionario local que bastante atravesada tienen a la legisladora. Voces que van desde las más jóvenes, hasta la de algunos "dinos" de la Casa Radical marcaron la liviandad con la que la presidenta de los radicales salteños se toma las cuestiones que podrían afectar a miles de salteños, según sus propias palabras, y no hacen nada para impedirlo.
Al parecer es más importante conservar el quiosquito, como hizo el "Gringo" Mendaña quien también criticó, aunque votó a favor. Mejor llevarse bien con el "Tuty" para que no haya algún tipo de reprimenda a la hora de la repartija y que se puedan sostener los AP de los asesores que terminan en las arcas del cafayateño por inercia.
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