Política
Tras seis meses de veranito

Hernández Berni, nuevas caras, pero viejas mañas

Ese puesto quedó para Armando Leguizamón, "Armandín" para los conocidos, uno de los que apoyaba la candidatura de Franco Hernández Berni.

Tras seis meses de veranito que incluyeron constantes ausencias no prologadas de la ciudad que debe conducir por acompañar a su joven compañera de vida, al intendente de Tartagal ya le empezaron a aparecer problemas un tanto más graves que algunas pequeñeces por falta de gestión. A las protestas sociales en "La Capital del Piquete", ahora hay que agregarle los actos de "patoterismo" que ejerce su entorno a dirigentes de la oposición y, esta vez, la víctima fue uno de los mayores perseguidos por los suyos.

Sergio González, alias "Quitupí" fue presidente del cuerpo legislativo local por varios años. Casualmente, a pesar de haber llegado por una fuerza diferente, el emplumado concejal se alió al poder de turno y fue un soldadito del ex jefe comunal norteño, hoy reconvertido en ministro provincial, Mario René Mimessi.

Aprovechando su puesto de privilegio, aunque siempre bajo la atenta mirada de un hermano del "Gatito" que oficiaba de asesor, supo ser de gran ayuda para que la entonces oposición no pudiera lograr muchísimas cuestiones, como frenar proyectos del oficialismo, no controlar a la gestión municipal ocasionando un desfasaje sin precedentes y evitar que los protagonistas den las explicaciones correspondientes al CD.

Tras las elecciones de mayo del 2023 y la derrota de los mimessistas, Quitupí logró renovar su banca como edil, pero no obtuvo los votos necesarios para continuar siendo presidente del Concejo. Ese puesto quedó para Armando Leguizamón, "Armandín" para los conocidos, uno de los que apoyaba la candidatura de Franco Hernández Berni en la fusión de olmedistas, biellistas y estradistas.

Bueno. Pasó el tiempo y aquellos que tenían el poder, y se manejaban siempre por lo bajo, hoy son buenos samaritanos en búsqueda de la verdad; y aquellos que juraron ser leales al pueblo y no a una fuerza o persona, hoy son los que apañan distintas situaciones. Así es que González, aquel operador monumental, hoy pide explicaciones a Leguizamón de los gastos que realiza como presidente del Concejo Deliberante y critica el incremento abismal de personal para un grupo tan reducido de ediles, y unas instalaciones paupérrimas.

El aliado de Hernández Berni, lejos de ser transparente y demostrar que nada oculta, amenaza con solicitar revisiones hacia atrás, es decir desde antes que él asumiera, lo que podría incriminar a Quitupí en resultados turbios. Entre gitanos no se leen la mano, dice el refrán, y estos muchachos las tienen tan manchadas, que hasta eso los ayuda a encubrirse.

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