Panorama Político Salteño
El escenario

Con las manos manchadas: Mimessi inauguró un refugio luego de la tragedia

Mario Mimessi, ministro de Desarrollo Social en Salta. (Dibujo: NOVA)

La falta de planificación, el autobombo crónico y el exceso de "mamitis" como consuelo ante tanta macana, ocasionaron que los más débiles paguen las consecuencias de una gestión que sigue sin despegar y que cada día decepciona más a los salteños.

Mario Mimessi fue el triste protagonista de una historia que lo tuvo de verdugo, y que ahora quiere dar un giro para convertirlo en héroe. La frágil memoria de los vecinos será la que decida dejarle pasar por alto esto y olvidar una situación tan dolorosa, o recriminarselo hasta el hartazgo hasta que los responsables, él, asuman las consecuencias.

Con la llegada de la ola de frío que sacudió a la provincia, la falta de previsibilidad del ministro de Desarrollo Social de la provincia le costó la vida a dos personas, dos salteños, dos víctimas de la inacción del tartagalense que aún continúa con los efectos de los festejos por la Virgen de la Peña, y ni percepción tiene del frio.

Claro, teniendo la posibilidad de comprar camperas térmicas de marcas de renombre, en una vivienda con todas las comodidades y viajando con calefacción al máximo en las camionetas que el Estado pone a su disposicion; es muy difícil que el ex intendente de Tartagal se ponga en la piel de aquellos que duermen a la intemperie, sin un hogar más que la calle, y muchas veces "escondidos" q la vista de todos, de aquellos invisibles que para gente como Mario son soolo un número.

Las dos personas que fallecieron por las bajas temperaturas, dejaron una imagen dolorosa. Una porque ocurrió a cuadras del microcentro, cerca del Hogar Escuela; el otro, a metros de una comisaría donde, años atrás, los mismos policías brindaban contención, techo, cobijo y una infusión caliente a decenas de personas sin hogar noche a noche.

Con el Operativo Abrigo suspendido, la responsabilidad de estas personas recayó en el tartagalense que, a pesar de las advertencias, anuncios en medios y alertas meteorológicas con semanas de anticipación, decidió hacer caso omiso y las consecuencias fueron trágicas.

Tras el deceso de estas personas, rápidamente se inauguró un refugio a cargo de la municipalidad. Los tiempos se adelantaron. Y allí estuvo él, Mimessi, siendo parte de la inauguración, queriendo ser parte de la solución, siendo verdugo y héroe a la vez, pero con la diferencia que el al frío no lo padece, Salta sí.

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