De lo que reniegan los docentes, y por detrás toda la administración pública, es que la atención de Fiore estaría (con toda lógica) en los últimos detalles de la boda y la posterior fiesta, que en la realidad de los empleados gubernamentales. De hecho, el problema viene desde mucho antes, de la época de su predecesor Matías "Monseñor" Cánepa, quien fue el encargado de avisarles a los gremialistas que "no hay plata" allá por el mes de octubre, luego de que Massa se impusiera en las elecciones generales.

Por los pasillos del GB se comenta que, confiados por la victoria del ex ministro de Economía, desde los altos mandos ordenaron no cubrir aumento de sueldos para que los fondos sean destinados en la campaña para el balotaje, que claramente fue adverso a lo que muchos querían y los recursos, finalmente, no aparecieron hasta la fecha.

Bajo todo este contexto, con una suba de precios incansable, con la devaluación de la moneda y el congelamiento de las paritarias, la propia Fiore se habría hecho un minuto entre tanto lío festivo para ordenar que se publique la fecha definitiva del nuevo llamado a negociación salarial con los gremios, la que se llevará a cabo en la segunda quincena de enero. Si bien esa versión ya estaba instalada de palabra desde pasada la navidad, ahora la fecha fue oficializada y, por fin, habría propuesta económica.