Aunque Olmedo mencionó que no deberían retornar los castigos físicos, señaló que debería restablecerse la autoridad de los maestros y el uso del guardapolvo blanco para que todos sean tratados de manera igualitaria. Hizo referencia a su propia experiencia, afirmando que cuando asistía a la escuela primaria, recibía castigos físicos y, según él, no le generaron problemas psicológicos: "Yo nunca tuve un problema psicológico por aprender así".

Olmedo hizo hincapié en que, a pesar de ser una forma inusual, el método de enseñanza a través de castigos físicos funcionaba notablemente. "A mí me han enseñado a punterazos y no me he olvidado las tablas de multiplicar", expresó, recordando cómo la maestra usaba el puntero para enseñar. Aseguró que cuando no se sabían las tablas de multiplicar, la maestra solía pegar con el puntero en los dedos, lo cual, según su percepción, resultaba en un aprendizaje eficaz.

Cabe destacar que desde su incursión en la política en 2007, Olmedo ha estado involucrado en diversas situaciones judiciales: fue investigado por casos de trata de personas y reducción a la servidumbre; también enfrentó imputaciones por homicidio culposo debido a un accidente en la ciudad de Buenos Aires, con saldo de tres heridos y un fallecido. Además, ha sido vinculado a investigaciones por lavado de activos y a presuntas conexiones con la organización del narcotraficante Enrique "El Oso" Argumedo.