Política
Tira para todos lados, capaz consigue algo

Mario el méndigo: Mimessi pide un ministerio a Sáenz

Mario Mimessi, intendente de Tartagal.

Creo que todos sabíamos que el todavía intendente de Tartagal no se iba a quedar con las manos vacías tras vender su alma radical al oficialismo provincial peronista más puro. Era cuestión de tiempo para saber en dónde recaería el jefe comunal una vez finalizado su mandato, y el destino del reciclaje sería el Grand Bourg. Allí, ya pidió el lugar que ocupa hoy una correligionaria como él que, al igual que el "Minino", hizo agua por doquier durante su breve gestión. Aquí la historia.

Por los pasillos del GB se comenta, que el pibe cantina, no se ganó la lotería pero que tendría destino asegurado. Con eso, Marito Mimessi se conforma para no quedar desamparado, continuar con un sueldo fijo nada despreciable, aunque austero a comparación de los recursos que manejó en Tartagal, y puede seguir galanteando con cuanta mujer invita a hacer una "previa" antes de que las damiselas partan hacia los boliches más top de la región.

Es que, fial al estilo de aplastar cabezas, no importa quién esté al frente, Mario manifestó sus intenciones de hacerse con la titularidad del Ministerio de Desarrollo Social que hoy está a cargo de una compañera de lucha y ex aliada, Silvina Vargas, ex senadora de la UCR cafayateña y quien brilla por su ausencia desde que reemplazó a Verónica Figueroa en la cartera que maneja distintos recursos sensibles.

Lo llamativo de la petición no tiene que ver con el estatus que ostenta dicho cargo ya que podría pasar a ser un funcionario de primera línea, algo que "se ganó" por vender su alma correligionaria al peronismo local; ni por buscar desemplear a una de sus camaradas radicales, algo común en esta raza partidaria; sino que tiene que ver con la caradurez con la que Mimessi ostenta un cargo para el que dejó mucho que desear durante su paso como alcalde tartagalense.

Es que el "Minino" estuvo involucrado en la compra de 20 mil bolsones alimentarios (módulos) previo a la campaña electoral que lo llevaría a la derrota en las urnas, por un valor cercano a los 60 millones de pesos, según lo publicado en el Boletín Oficial. Pero, no solamente no se sabe a quiénes fueron destinados, sino que tampoco hubo rendición de cuentas al respecto, quedando todo como una simple maniobra para desviar fondos, aparentemente, para la campaña.

Lo peor de todo fue que en aquel entonces, mayo de este año, fueron varias las acusaciones contra el jefe comunal de comprar votos con dinero y mercaderías, llegando a cerrar galpones a la prensa para que no informaran sobre lo ocurrido, o enviando camiones con algunos bolsones a comunidades originarias donde el encargado de captar voluntades era su ex secretario de Gobierno y actual diputado provincial, Santiago Vargas. Así y todo Mimessi buscará quedarse con el cargo valiéndose de su “conocimiento y trabajo de campo” ya que, para el puesto, nada mejor que alguien que conozca la zona y a referentes de comunidades originarias, principales benefactores de las ayudas que brinda Desarrollo Social.

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