Antes de mayo, y a pesar de despertar, almorzar y pernoctar en el departamento Cerrillos, solía recorrer los pasillos de oficinas gubernamentales y algunas confiterías en búsqueda de material que sirviera para ensuciar la imagen de la futura ex intendenta de Capital, además de militar por el espacio de Emiliano Durand y despotricar contra Emiliano Estrada que le disputaba la provincia a Gustavo Sáenz.

Pasadas las provinciales, se volvió ultra kirchnerista. Por poco y no fue él quien creó el peronismo salteño y resaltó la figura de Pablo Outes para la Cámara de Diputados de la Nación. Aquí su apego por algún beneficio, como los bolsones que supieron descargar alguna vez en la puerta de su casa, se hicieron más notorios. No solamente se dedicaba a la militancia en redes sociales, sino que también ofició de pegatinero, violando ordenanzas municipales; actuando como delincuente.

A pesar que en agosto el resultado para su espacio no fue el deseado, con las generales del pasado domingo todo cambió y su jefe consiguió dos escaños para la HCDN. Ahí se lo pudo ver a este hombre festejando en el búnker, hablando a espaldas de otros sobre su falta de compromiso para con Outes, succionando calcetines (para ser suaves) del hijo del ex gobernador Urtubey, y yendo a provocar a la facción opositora que se encontraba a pocas cuadras del lugar.

Al llegar a inmediaciones del búnker de LLA, Gallego comenzó a burlarse de vendedores ambulantes que tenían banderas del partido de Milei y que, por lo adverso del resultado a nivel nacional, no tuvieron buenas ventas. Tras eso, encaró al legislador Carlos Zapata para recalcarle que había ganado Massa, lo que despertó el fastidio obvio del diputado que, a modo de broma, le dijo al supuesto comunicador que se comiera él "la massita". Esto ocasionó que el "Guazzora" salteño lo insultara y le propinara algunos puntapiés al legislador que luego optó por no continuar con la discusión. Gallego, en cambio, siguió provocando y hasta embistió contra el periodista deportivo, Marcelo "Negro" Hoyos, quien optó por ignorarlo hasta que éste se fue.