Fue la influencer Lilia Lemoine, del distrito Buenos Aires, quien se hizo famosa el Día de la Lealtad Peronista por declarar que, en caso de acceder a una banca en la Cámara de Diputados de la Nación, presentaría el proyecto que permita renunciar a la paternidad ya que, según su consideración, "no es justo que un hombre tenga que hacerse cargo económicamente de una criatura hasta los 18 años cuando no lo quiere tener". Entre tantas cosas que dijo, culpó a las mujeres de "enganchar" a los tipos bajo distintas artimañas.

Obviamente las críticas no demoraron en llegar y desde el sector al que representa, La Libertad Avanza, salieron a desmentir que se trate de un proyecto que la fuerza tenga en mente y que se trata meramente de una idea unipersonal. Igualmente, aquellos detractores de los libertarios tomaron el guante que les regaló, prácticamente, la joven cosplayer (también se dedica a eso) y arremetieron contra su figura: Javier Milei.

Salta no fue la excepción y una de las primeras en salir a repudiar los dichos de la oxigenada candidata fue la titular de la Secretaría de las Mujeres, Itatí Carrique, quien antes de la función pública se dedicaba a militar por el feminismo en la ex red social Twitter (hoy X), y se sustentaba como periodista de medio tiempo en algunos canales y alguna que otra página fundada junto a sus compañeras de vida Analía Parodi y Nora Morales sostenidas por pautas oficiales.

En su descargo realizado en un diario local, la ofuscada funcionaria remarcó la ignorancia de la candidata a legisladora y tildó de peligrosa a la joven que podría llegar al Congreso hablando livianamente sin conocimiento de las leyes. En ese sentido arrojó alguna estadística como para mostrarse informada y mencionó que, en Argentina, hay más de un 1.600.000 hogares monomarentales, que no son otra cosa que aquellos que son llevados adelante solamente por mujeres o las mal llamadas madres solteras.

Sobre este punto pidió que se legisle sobre aquellos padres (hombres) que se desentienden de la crianza de los hijos para que no desconozcan las responsabilidades que las mujeres, como madres, no pueden hacer. Este último fragmento es muy llamativo ya que son incontables las quejas de muchas de las mujeres que llevan adelante las economías familiares de manera solitaria sobre la falta de soluciones y políticas que lleva adelante la propia Carrique desde su lugar como funcionaria.

De hecho, solo por mencionar algunos, fueron varios los desplantes de la Secretaría que dirige y su persona a temas sensibles como las agresiones del diputado Daniel Sansone a Liliana Mazzone, asesora de la Legislatura salteña; los malos tratos dentro del Polo de la Mujer que funciona como una cárcel en vez de un lugar de contención para víctimas de violencia; o el escándalo en Tartagal con la retención del programa ACOMPAÑAR por parte de una ex funcionaria aliada del intendente Mario Mimessi, caso que quedó en la nada y no se investigó en profundidad.

Con esto Carrique muestra la facilidad de quejarse y repudiar temas que son puestos en boca de todos a nivel nacional, pero en casa sigue escondiendo la roña debajo de la alfombra.