Política
Soga al cuello

No pagaba a los empleados, ahora pide que no les corten la luz

Omar Exeni, diputado provincial de Salta.

Lo del diputado y ex fiambrero es sorprendente. Resulta que, ahora que se encuentra abocado 100 por ciento a su actividad como legislador, dice estar del lado de los más necesitados y, mediáticamente, se pelea con las empresas prestatarios de servicios públicos. Ahora, solicitó que se prohíban cortes de energía eléctrica a aquellos usuarios que se les imposibilite pagar el servicio debido a los tarifazos propiciados por Nación.

Lejos de llamar o convocar a no pagar las facturas de servicios, lo de Omar Exeni podría tratarse de una medida que beneficie a miles de salteños que atraviesan momentos difíciles en cuanto a lo económico. Lo malo, es que justamente la idea es propuesta por Exeni, alguien que, desde que está en política, fue noticia en algunas ocasiones por atentar directamente contra los más necesitados.

Fue él quien, a casi cuatro años de destaparse el escándalo, sigue sin dar respuestas ante una justicia somnolienta que parece se olvidó de que, en 2020, cuando los diputados saltemos gozaban de una dieta millonaria fija y sin la necesidad de salir de sus casas para sesionar, el entonces empresario fiambrero solicitó el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), destinado a personas que estaban atravesando el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO).

No solamente se apropió de un recurso que era destinado a trabajadores informales que no podían producir, generar o trocar sus bienes o servicios; sino que también se negaba a pagarles el sueldo a trabajadores de su propia empresa. Fueron múltiples las denuncias contra el diputado quien se desentendió del tema y dijo desconocer el reclamo. Tiempo después, vendería su emprendimiento harto de los reclamos salariales.

Como si fuera poco, son varias las quejas de la plantilla femenina Sub-25 que el joven legislador tiene contratadas (sin contrato) para que mejoren su imagen pública a través de las redes sociales.

Resulta que las mujeres, en su mayoría estudiantes o recibidas de carreras afines a la comunicación e influencers de las redes, no tienen aportes por parte de Omar, no tienen cobertura médica, mucho menos obra social y ART y, encima, tienen que lidiar con el mal humor del político al que le gusta mucho el prepoteo aprendido de su ex compañera de lista y agresora de empleados por excelencia, Mónica Juárez.

A todas estas falencias a la hora de prestar un servicio de forma correcta, las damas suelen tener problemas con el monto remunerativo que acuerdan con el ex fiambrero quien suele, como dirían en el barrio, “pelotear” a las jóvenes algunos días para, dicen las malas lenguas en la Zuviría al 400, hacer laburar la guita por una billetera virtual de color anaranjada.

Llamativo que quien dice defender a los pobres, es uno de los que los fomenta desde hace varios años.

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